martes, 24 de agosto de 2010

El rock globalizador en: Argentina, Chile, China y Perú

Si estudiar el impacto de la globalización en un solo país es ya bastante complicado, el hacer una comparación de su impacto entre cuatro países, lo es más complicado aún. Sin embargo, en este trabajo, intentaré hacer una comparación de cómo la globalización ha impactado en esos distintos país, desde el ámbito de la música, y específicamente desde el rock.

Y será el rock el eje fundamental de la comparación, porque es una ventana dentro del fenómeno de la globalización, que ha logrado penetrar en casi todos los lugares donde dicho fenómeno ha llegado. Además, porque de alguna manera, se podría decir que una vez llegado el rock, logró institucionalizarse en cada territorio, lo que terminó convirtiéndolo en un fenómeno local y por tal con características muy propias de cada región.

Empecemos entonces mencionando en primer lugar el caso de los tres países latinoamericanos, en donde la ola rockera llegó relativamente al mismo tiempo.

La explosión del rock en esta zona data de los años 60´s y logra consolidarse en los 70´s, fecha aproximada en que dichos países lograron hacer su propia forma de rock; no obstante, tuvo un desarrollo distinto en las tres zonas. Esto, debido a las características singulares de cada país y tal vez también, al momento político en que referidos países vivían. Para ser más exactos, tenemos que a mediados de los 70´s los tres países vieron interrumpidos sus procesos democráticos (Perú en 1968, Chile en 1973 y Argentina en 1976). Este hecho propició que el desarrollo del rock tome rumbos distintos en los países mencionados.

En el caso del Perú, la dictadura de turno fue en cierta medida de corte izquierdista, mientras que en Chile y Argentina tuvo un corte mucho más de derecha, pero en los tres casos hubo un marcado estilo nacionalista. Lo que hizo que tanto en Perú como en Argentina, el gobierno intentará desde el poder frenar dicha ola rockera. Mientras que en Chile la situación fue de alguna manera distinta, puesto que el nacionalismo que defendieron, respondió más a una repuesta al comunismo extranjero que veían como el enemigo y no la influencia rockera, que venía desde su principal aliado que era Estados Unidos.

Argentina fue el país donde el freno al rock fue mucho más fuerte, puesto que se prohibió la emisión de rock en inglés, que era el idioma insignia de dicho género; mientras que en el Perú, la represión no fue tan fuerte llegando solo a cierto hostigamiento hacia las modas y estilo que venían con su música. Dicho trato, tuvo resultados distintos en ambos países. Pues en Argentina, dicha prohibición hizo que se desarrollara una industria rockera en español, que a la postre sería la punta de lanza del rock latinoamericano. Caso contrario al peruano, en el que el hostigamiento a lo llamado occidental fue muy drástico, intentándolo cambiar por iconos más populares y nacionales.

A lo que hay que sumar, que siendo Argentina un país mucho más homogéneo y articulado, tuvo mayores oportunidades de hacer del rock un fenómeno de mucho mayor envergadura, muy distinta a la situación peruana.

En Chile la situación fue un poco distinta, debido a que antes de la entrada del gobierno militar, el contexto político del país era bastante anti Estados Unidos, debido al gobierno del socialista Salvador Allende, lo que hacía que el rock se viera también como una amenaza. Situación que cambio con el golpe militar y que además se vio beneficiada con el desarrollo del rock en español desde Argentina.

Ante estos acontecimiento tenemos que actualmente en argentina, podemos encontrar el rock como una institución dentro de la sociedad, con un rock puramente local, con características y variantes que en el mismo Estados Unidos ya no consideran rock. Además, dicho fenómeno se popularizo tanto y llegó a calar tanto en la sociedad argentina, que en las celebraciones por sus doscientos años de independencia, los artistas que las encabezaron, son artistas salidos de las canteras rockeras, tales como Charly García, Fito Paez, Andrés Calamaro y muchos otros más.

Y si en Chile y Perú dicho fenómeno no pudo cobrar tal fuerza, es indiscutible que el rock si caló en ciertos sectores de la sociedad, creando grupos emblemáticos en ambos países que recogen un sentimiento netamente nacional, como es el caso de los Prisioneros en Chile y de los Mojarras o Río en el Perú. A lo que habría que agregar, que la influencia rockera que reciben con mucha mayor fuerza viene de Argentina y ya no de Estados Unidos.

Ambos fenómenos se pueden apreciar de mejor manera, si tomamos en cuenta que la cadena musical MTV, bandera cultural norteamericana, centró en un comienzo su base de operaciones para Latinoamérica en Argentina, desde donde comenzaron a exportar rock hacia todo el continente y además hacia el propio Estados Unidos.

Entonces tenemos que la globalización por medio del rock, significó no solo una invasión a la cultura musical de dichos países, sino que por sobre todo, se vio tomada por los propios países, reformulado su estética y esencia, y exportada nuevamente, pero desde Latinoamérica, como un producto muy distinto al que llegó, para así alimentar con su estilo no solo a los países mencionados, sino al resto del mundo.

Viendo ahora el caso de China, tenemos que el fenómeno rockero fue bastante distinto. En primer lugar porque la apertura de China al mundo llegó recién en los años 80´s, lo que hacía que el rock que llegaba no sea el mismo que llegó a los países latinos, sino que ahora llegaba ese rock también influenciado por fenómenos más particulares como son los mencionados en los tres países. Haciendo de la oferta del rock ya no una marca que comprar, sino una especie de prototipo que contaba con la característica de poder ser desarrollado por cada región según sus propias formas de sentirlo.

Además con dicha apertura China y dado el tiempo en que se da, ya no solo llega el rock, sino que llegan muchos ritmos más, incluso influenciados y nacidos del rock. A lo que se suma la heterogeneidad característica China, en comparación con los países antes mencionados. Esto hace que la cultura musical de dicho país, no sienta la influencia rockera que sintieron los países latinos o que la sienta de una manera más leve. Puesto que el fenómeno que llega, ya no es solo un fenómeno estadounidense, sino sobre todo un fenómeno mundial que se retroalimenta del sitio al que llega, para transformarse constantemente.

En conclusión, podríamos decir que el rock sirve en estos casos para describir de buena manera lo que es la globalización y como su fuerza penetrante puede ser usada con la misma fuerza pero de manera inversa, pues así como llega a una sociedad, se alimenta de ella para reformularse y volver a rebotar ya reformulada al lugar de donde nació, y desde ahí rebotar con otra forma a nuevos espacios vírgenes a su penetración.

Dejando así ni saldos positivos ni negativos, pues será cada región la que según la forma que haya adoptado el fenómeno, haga su propio balance. Y como en el caso de Argentina, tendremos que el balance es positivo, pues el rock, terminó siendo una institución con formas muy propias que llega a atravesar a toda la sociedad gaucha.

Y que en el caso de los otros países como Perú, Chile y China, sirve de referente para nuevas formas de hacer música, también muy ligadas a estéticas y esencias locales, que dejan abierta la puerta a nuevas reformulaciones que podrían llevar dicho género musical a variantes muy antagónicas, pero que seguirán siendo esencialmente rock en el imaginario local donde se desarrollan.