Es bueno
repetirlo una y otra vez, América Latina siempre ha tenido largos ciclos de
regímenes autocráticos o dictaduras. Obviamente en países como Perú, Bolivia y
Ecuador, es en donde mejor se pueden apreciar estos ciclos, frente a la
excepción a regla que podrían ser países como Costa Rica, Chile y Uruguay. Así, en el Perú se ha constituido como regla
que los regímenes democráticos tengan una duración no mayor de 12 años, por lo
que en estas fiestas patrias habríamos llegado a nuestro límite.
Y aunque el
presidente Humala haya dado un mensaje de unidad y una serie de metas para el
2016, como si la historia y el desarrollo del Perú y la justicia social recién
hayan comenzado el 2011 con su gobierno, se sabe que hay voces susurrando al
oído de la pareja presidencial, que cinco años no son suficientes para gobernar,
por lo que habría que volver a La Gran Transformación pero caviarizada, y hacer
una reforma constitucional para que el comandante pueda tentar la reelección o
un cambio en la ley electoral para que Nadine postule. Será por eso que en su
discurso no ha hablado de la democracia como sistema de gobierno, lo que nos
parece una grave omisión.
Por eso, resulta
trascendente restablecer la majestad del parlamento, hoy tan venido a menos por
su mediocridad y un liderazgo que ha sido la negación de lo que ese poder del
Estado significa y es, el ágora fundamental para representar, dialogar y
fiscalizar. Tenemos pues que defender la autonomía de los poderes del Estado, a
pesar de sus notorias deficiencias y de fallos cuyas sentencias nos puedan
gustar o no. La institucionalidad de un país no es juego ni antojo ideológico,
es herramienta fundamental para el fortalecimiento de la democracia.
La historia nos
enseña que siempre hay gente dispuesta a subirse al coche y en ese sentido la
denominada izquierda caviar, que hoy cogobierna el país, siempre ha estado dispuesta,
habiendo apoyado ya autocracias y dictaduras.
Tenemos pues el
ejemplo de la dictadura de Velasco, de la que hasta ahora son asolapados defensores
tanto ideológica como políticamente. Sin mencionar que muchos de ellos también
se vendieron y trabajaron, bajo el paraguas de tecnócratas, a la autocracia
fujimorista, a la cual hoy sin ningún rubor ni vergüenza atacan
despiadadamente. Tan igual que muchos grupos económicos mercantilistas a los
que solo les preocupan los intereses de sus propios bolsillos. Por estas
razones, debemos estar siempre alertas y vigilantes para defender a la
democracia y a la libertad, las únicas capaces de guiar el desarrollo económico
con justicia social.
*Artículo escrito junto a Vícto Raúl Trujillo de Zela y publicado el 29/07/2012 en La Razón.
También lo encuentras en: http://lasopateologa.blogspot.com/2012/07/cuidado-con-la-tentacion-autoritaria.html
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